en el Torreón del Monje. Marca el labio, ahí viene vamos para allá. De un momento a otro vendrá, arrasará. Si no soy yo serás vos, ya tendré mi oportunidad. La sangre se agita. media vuelta y ahí voy. Su forma se levanta, soy parte de esta masa. Pocos segundos, una eternidad yo y ella flotando en éxtasis. Te siento en mis pies, me excita llegar hasta el fin. Recorro tus curvas, me amarro a tu pendiente, fuiste única una vez más, por favor no te desvanezcas. Sin aire me vuelvo a acostar, agotado no importa voy por más, todavía te siento vibrar, valió la pena esperar.