Hay una olita

El sábado 14 de Febrero me dirigí a las gélidas aguas de Mar del Plata en busca del vicio. Viernes 1 a.m. ya estaba descansando a pocos metros del mar, en un hostel en Chapa cercano a Luna Roja. Me levante solo a las 5.30 a.m. para ir a correr, fui ansiosamente a los acantilados, y...era pura noche!!!!!!! No se veía realmente un carajo. Por esta época y sumado al cambio de horario, recién comienza a clarear a las 6.30 a.m. A pesar de que intenté iluminar el oceáno con las luces del auto, tuve que esperar una hora para confirmar que no habia una maldita ola en toda la costa. Sin embargo, me fui manejando mi coche hasta Santa Clara del Mar, auto-cebando mate a la uruguaya, sumamente feliz. Me recorri toda la costa y nada. Volvi al hostel a las 8 a.m., dormi una hora, desperté a un amigo y salimos hacia Playa Grande. Al llegar, solo pensaba una cosa: "estoy frente al mar, con mi tabla bajo el brazo...tiene que haber una olita!". Sin pensarlo dos veces me metí a remar en el Yacht, remé hasta Biología, cruce a Waimea y regresé al Yacht remando y desde ya, corriendo olitas-bonsai, con la sonrisa pintada en la cara.

Que cosa que no se explica! Salud, y que sea surf.

Reicho.

Hermano fundido estoy con vos...

De alguna manera, asi define la amistad Ricardo Iorio en "A Vos Amigo". Una vez más, el triángulo de HUO se volvió a fundir pacíficamente bajo el brumoso cielo limeño. Mirar al horizonte en silencio esperando la ola es mucho más especial cuando un amigo se acaba de ir en una pared que te dejó con ganas. Porque en esa ola no va uno, van tres.

Si hubo excelentes sesiones en Pampilla, Punta Rocas y Puerto Viejo...porque no hay una ola en la foto esta vez? Si miran con atención, hay miles y miles de olas en esta foto. Están grabadas a fuego en la mente de cada uno de estos tres muchachos.

Gracias Hermano Esteban y Gracias Hermano Juan. Hasta la próxima.

Que sea surf.