martes, 16 de septiembre de 2008
H2O
No quiero dejar de lado lo que se suele dejar de lado.
Las olas perfectas, los viajes con amigos y un buen mate son siempre buena fuente para un buen relato, y a veces hasta algún que otro evento desafortunado, que con el desgaste del tiempo cobra cierta gracia. Pero como muchas cosas en la vida, a las que la costumbre hace que sean casi automáticas e inconcientes, se las deja pasar sin mención.
Una sesión de surf tiene muchos más componentes de lo que uno llega a percibir. Que ese roller que sacó espuma te haya salido bien es genial, pero no más importante que esa revolcada filtrando el campanazo de la orilla. Campanazo que te pone a prueba y te hace sacar fuerzas y un espiritu combativo para seguir mejorando. Remar contra la corriente, correr olas no tan perfectas, probar y probar sabiendo que faltan todavía muchos escalones para poder salir volando de la ola, el frío, el crowd, ese personaje en particular que se te mete en el inside siempre. Tantas pruebas, y todo el tiempo.
Y el mar te lo hace sentir. El agua transmite 500 veces más la temperatura que el aire, y las vibraciones otro tanto, y como el mejor traje a medida, te viste de pies a cabeza, dándole a cada centímetro cuadrado y cúbico más sensibilidad.
Si lo dejás, el mar te enseña todo.
Juan
sábado, 14 de junio de 2008
Bermejo Conecta
Después de 222 km de la Panamericana Norte, mucho mate, medialunas, tombos y casi choques llegamos nuevamente a Bermejo. Esta vez las olas nos dieron una gran bienvenida. Poco crowd y un respetable tamaño. Y lo mejor de todo, estaba rompiendo la pimera sección, que de vez en cuando permitía conectar con la segunda y así correr una ola de como 800 metros (calculando a ojo) o más. Al principio una ola con un drop divertido, cerca de unas rocas que le daban un toque adrenalínico y una pared bien rapida y empinada, que iba cerrándose frente a un acantilado para pasar justo por el borde, y finalmente abrirse a la bahía en donde los últimos y largos metros se pintaban y dejaban estelas de cometa. Esteban agarró una de estas. Todavía tiene la sonrisa incrustada en la cara. También creo que tiene incrustado un cacho de roca, pero que eso se los cuente él.
Al mar, respect. Y a mi zapatila que quedó flotando allá, la envidio.
miércoles, 4 de junio de 2008
lunes, 2 de junio de 2008
lunes, 26 de mayo de 2008
Luna nostálgica - 26.05.'08
sábado, 29 de marzo de 2008
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